Parque Natural de las Bardenas Reales



Dirección: Comunidad de Bardenas Reales de Navarra 
Web: www.bardenasreales.es 
Figura protegida: Parque Natural; Reserva de la Biosfera 
Email: info@bardenasreales.es

Al sureste de Navarra se extiende el Parque Natural de las Bardenas Reales, un singular paisaje semidesértico de 42.500 hectáreas que, tras una apariencia desnuda e inhóspita, esconde grandes valores naturales; existen en él tres reservas naturales. El agua, la caliza y la arcilla han esculpido formas espectaculares que le trasladarán a un mundo de apariencia casi lunar poblado de barrancos, mesetas planas y cerros solitarios. 

Sus caprichosas formas y su inquietante aridez inspiraron a pintores y escritores, y fue antiguamente refugio de bandoleros y personajes de leyenda. Además, ha sido escenario de anuncios televisivos y de películas como Airbag, Acción Mutante, Orgullo y Pasión o El mundo nunca es suficiente. Un destino único para recorrer a pie, en bicicleta o a caballo.
El Parque Natural de las Bardenas Reales es un paisaje pseudoestepario esculpido a lo largo de millones de años que, a tan sólo 70 kilómetros de las cumbres pirenaicas, posee una flora y fauna más propia del desierto africano que del norte peninsular y que en un pasado remoto llegó a ser paraíso de cocodrilos y tortugas. 

Aunque existen diversos accesos al parque -algunos sólo autorizados para bicicletas- las rutas más frecuentes para vehículos motorizados son dos: por el norte, tomando la pista de tierra que sale desde la carretera de Carcastillo-Figarol (el Paso) y que llega a la pista también de tierra que bordea el polígono de tiro (22 km), y por el oeste, a través de la pista asfaltada que parte desde la gasolinera de la salida de Arguedas, y que llega a la pista mencionada que circunda el polígono. 

En el parque natural se distinguen tres zonas que, de norte a sur, son: el Plano, tierra de cultivo caracterizada por las elevaciones más suaves; la Bardena Blanca, la más fotografiada y definida por cabezos erosionados, barrancos secos y aspecto estepario - en su parte baja existe un Polígono de Tiro que explica el vuelo de aviones militares - ; y la Bardena Negra, donde el terreno se oscurece dando paso a los únicos bosques de pino carrasco de la zona acompañados de matorral. 

Este territorio esconde tres reservas naturales: el Vedado de Eguaras, un oasis al norte del territorio que conserva las ruinas del castillo de Peñaflor; el Rincón del Bu (Bardena Blanca), de 460 hectáreas, en cuyos cortados se cría el búho real; y la Reserva Natural de Caídas de la Negra (Bardena Negra), que ocupa 1.926 hectáreas y tiene desniveles de 270 metros. Águilas, buitres, búhos, avutardas, zorros, gatos monteses, ginetas, anfibios y reptiles le acompañarán por este vasto territorio de matorrales, sisallares, saladares y espartales, en el que se registran temperaturas extremas. 

En su recorrido, no pierda la oportunidad de asomarse a excepcionales miradores, como el Alto de Aguilares, desde donde obtendrá la más completa panorámica de la Bardena Blanca, o el Balcón de Pilatos, excepcional observatorio de aves rapaces. Pasee por rincones inolvidables, como Castildetierra y Pisquerra (Bardena Blanca), con sus espectaculares formaciones. 

Las Bardenas disponen de más de 700 km de caminos, pistas y cañadas que pueden ser recorridas por los amantes del senderismo y del ciclismo. 
En su recorrido, respete las normas, no transite fuera de los caminos señalizados, no moleste a los animales y no coja minerales o plantas. Procure visitar el parque entre septiembre y junio, y evite los días de lluvia. Si soporta excepcionalmente el calor y decide ir en verano, no olvide acceder con agua potable, cubrirse la cabeza y protegerse del sol. 

Si su visita coincide con el 18 de septiembre, no pierda la oportunidad de asistir a la "Sanmiguelada", día en el que miles de ovejas de los valles pirenaicos acceden a esta vasta extensión por el Paso para pastar durante el invierno. Para ello, siguen la cañada Real de los Roncaleses que une los pastos del Valle de Roncal con los páramos bardeneros. También atraviesa las Bardenas la Cañada Real que va de la localidad aragonesa de Tauste a la sierra navarra de Urbasa-Andia. 

Las Bardenas Reales no le dejarán indiferente y le conducirán a un paisaje insólito, variado y natural, por el que antiguamente camparon a sus anchas famosos bandoleros como Sanchicorrota. Cuenta la leyenda que su caballo llevaba las herraduras puestas al revés para despistar a sus perseguidores. Escápese usted también a este rincón único y aproveche para conocer la Ribera navarra. 

Cerca de las Bardenas, se encuentra el parque Senda Viva, en la carretera de Arguedas a la ermita de la Virgen del Yugo. Otra posibilidad para el viajero es acercarse aTudela, capital de la Ribera, en la que se puede disfrutar de una gran oferta gastronómica basada en la rica huerta local con platos típicos como la menestra, los cogollos, espárragos o alcachofas, carnes como los jarretes de cordero y los prestigiosos vinos navarros.