La Ermita de Eunate



Eunate, ermita hermosa donde las haya, luce con sencillez y encanto su planta octogonal y una preciosa galería arcada o claustro exterior.  

Rodeada por un paisaje llano y tranquilizador, cubierto de campos de cultivo, cereal y viñedos, Eunate suma leyendas. Y es que la confusión reina sobre su origen. Aunque parece ser que fue construída por nobles de Valdizarbe tras una peregrinación a Jerusalén, se dice que perteneció a los templarios o que fue iglesia-faro, con un fuego siempre vivo que orientaba a los peregrinos a los que les había caído la noche encima.

Situada en pleno Camino de Santiago, Eunate ha sido lugar de acogida y hospital para los peregrinos, e incluso muchos, exhaustos, fueron enterrados ahí.  

Este templo es un capricho del románico del siglo XIII. En su portada, ábside y capiteles, aguardan desafiantes, rostros misteriosos y fieras monstruosas. En su peculiar estructura octogonal, descubrimos los símbolos de los principales canteros del momento. Además, no debemos perder detalle del maravilloso atrio exterior porticado y sus variados capiteles.  

Eunate significa cien puertas en euskera (eun-ate) y biennacido en latín (eu-nato). Sea como sea, atravesamos las puertas de la ermita y encontramos un bonito interior y una bóveda de nervios cuadrangulares que evoca la arquitectura árabe.  

A Eunate se acude en romería para pedir bonanza, agua y erradicación de las plagas, pero aparte, otros muchos lo visitan por motivos esotéricos, ya que a Eunate le atribuyen ese poder.

 Muy cerca de Eunate, está Obanos, una bella localidad, sede en el siglo XII de la orden de los Infanzones, nobles que combatían posibles abusos cometidos por los reyes. Todos los veranos, los vecinos de Obanos se entregan a la representación del Misterio de Obanos. Un acto que cuenta la tragedia de San Guillén y Santa Felicia, un joven duque aquitano que no pudo soportar que su noble hermana quisiera dedicarse a cuidar de los pobres y la mató. Arrepentido, el duque se retiró a la cercana ermita de Arnotegui. Es una muy cuidada representación que se desarrolla en la histórica y ambientada plaza de Obanos.