La Ciudadela



Localidad: Pamplona 
Dirección: Avenida Avda. del Ejército 
Zona: La Cuenca de Pamplona

La Ciudadela, referencia urbanística principal de Pamplona, está considerada como el mejor ejemplo de arquitectura militar del Renacimiento español y uno de los más destacados conjuntos defensivos ideados en Europa. Junto con la Vuelta del Castillo, zona verde que la circunda, constituyen el gran pulmón verde de la ciudad, con sus 280.000 metros cuadrados de extensión; así la práctica de footing y otros deportes es habitual a cualquier hora del día. 

La Ciudadela nació para vigilar la ciudad del enemigo, a instancias del rey Felipe II, quien la mandó construir en 1571 con el fin de hacer frente a las constantes incursiones del ejército francés. Su estructura original tenía forma de pentágono regular con cinco baluartes en los ángulos, pero la construcción del Primer Ensanche de la ciudad obligó al derribo de dos de ellos. 

En su interior, otras fortificaciones y edificios menores se destinan hoy en día a lugares públicos para el ocio y la cultura. Adéntrese en esta fortaleza por la Avenida del Ejército o a través de la Vuelta del Castillo. Y hágalo a pie, porque esta fantástica incursión no acepta otro tipo de transporte.
El ingeniero militar italiano Giacomo Pelearo, "el Fratín", fue el artífice de este sofisticado sistema defensivo, de moda en la época y similar al existente ya por aquel entonces en la ciudad belga de Amberes. En el siglo XVIII el recinto se rodeó con un sistema de contraguardias, caminos cubiertos, medias lunas y escarpas. Llegó a convertirse en cárcel, recibiendo entre sus rejas a personajes ilustres de la talla del ministro Urquijo o el conde de Floridablanca. 

Sólo una vez en su historia fue tomada esta fortificación, en 1808, y ni siquiera fue necesario que el ejército francés disparara un solo tiro. Aprovechando una gran nevada, el enemigo acertó a tomar la Ciudadela ante la confusión del lanzamiento de bolas de nieve entre ambos bandos. 

Pero dejemos el pasado. En 1964 el Ejército entregó la Ciudadela al Ayuntamiento de Pamplona, quien se encargó de su remodelación para darle un uso del que diariamente disfrutan miles de vecinos y visitantes. Todas las noches de San Fermín, las murallas de la Ciudadela son testigos mudos del lanzamiento de fuegos artificiales, en el acto más multitudinario de estas fiestas mundialmente famosas. 

Para acceder al recinto, hay cinco puertas. Las más transitadas son la Puerta del Socorro, a la que se accede por la Vuelta del Castillo, atravesando un puente sobre los fosos que en su día fue levadizo, y la entrada principal, en la Avenida del Ejército, en la que destaca su sobriedad renacentista. En esta última y tras atravesar la muralla, se llega al Cuerpo de Guardia, un edificio que hoy se usa como oficinas municipales. 

Pabellones, fosos, baluartes, rebellines y glacis salpican el recinto amurallado dentro de un agradable parque público donde no faltan senderos, una plazoleta central con fuente, una treintena de diferentes especies arbóreas, diversas esculturas (Jorge Oteiza, Néstor Basterretxea, Vicente Larrea, Alberto Eslava...) y una zona de ocio infantil. Esta fortaleza está abierta sólo durante el día y en ella está prohibida la circulación de todo tipo de vehículos, incluidas las bicicletas. 

Además, el parque combina su uso recreativo con el de recinto cultural, ya que la conservación y remodelación de antiguos edificios militares ha permitido su uso actual como sede de exposiciones y muestras culturales, sobre todo de arte contemporáneo. Hablamos del Polvorín y el Pabellón de Mixtos, los más antiguos, y la Sala de Armas, de finales del XVIII, junto con el Horno. 

El recinto se completa con un frontón de uso público y gratuito en la zona de los fosos, así como dos semblanzas de la Rosa de los Vientos. 

El Parque de la Ciudadela está abierto todos los días. De lunes a sábado de 7:30 a 21.30. Domingos y festivos, de 9:00 a 21:30 horas. Las exposiciones abren los días laborales por la tarde; el resto, por la mañana. El acceso a los fosos está libre de horarios, pero se recomienda no transitarlo en horas nocturnas.