Cuevas de Ikaburu

Localidad: Urdazubi/Urdax 
Zona: Los Pirineos 
Teléfono: 948599241

Escondidas bajo los verdes prados de la Navarra cantábrica, en la localidad pierenaica de Urdazubi/Urdax, y a pocos kilómetros de la costa y de la frontera con Francia, se encuentran las Cuevas de Ikaburu, gruta que se originó hace unos 14.000 años gracias a la erosión del río Urtxuma que la atraviesa. 

Una visita guiada por sus galerías le descubrirá un universo de estalactitas y estalagmitas, además de traerle evocadores recuerdos de personajes de leyenda, guerrilleros y contrabandistas que las ocuparon en otras épocas.
Las Cuevas de Ikaburu se abren a pocos kilómetros del mar Cantábrico y a escasos minutos de la frontera de Dantxarinea, en el barrio de Leorlas de Urdazubi/Urdax. La gruta fue descubierta por un pastor en 1808, pero se originó mucho tiempo atrás, hace unos 14.000 años, gracias a las aguas del río Urtxuma que perforaron la roca calcárea y dieron lugar a las bellas formaciones de estalagmitas y estalactitas que hoy podemos contemplar. 

Los restos de sílex hallados en ellas revelan que fueron habitadas por el hombre prehistórico; muchos siglos después, sirvieron de escondite para contrabandistas o de refugio durante la Guerra de la Independencia y las contiendas carlistas. Y las leyendas locales cuentan que son morada de las lamias, seres mitológicos mitad pez y mitad mujer. 

Si desea conocer las cuevas, durante unos 30 minutos, podrá seguir un recorrido acondicionado con escaleras e iluminación, en el que descubrirá las infinitas formas que el agua ha perfilado en su goteo de siglos en el "Salón de Recepciones", la "Sala de los Tres Reyes" o la "Sala de las Columnas". Repare en los brillos que descubren la presencia de magnesio en las rocas y déjese envolver por el sonido del río Urtxuma que fluye por sus galerías. 

Un cómodo sendero, de escaso desnivel, une las Cuevas de Ikaburu con las de Zugarramurdi y Sara, éstas últimas al otro lado de la frontera. El recorrido, que suma entre ida y vuelta 12 km y está señalizado con caballitos pintados, discurre tranquilo entre prados y bosques. 

Además de las cuevas, este pequeño municipio de cerca de 376 habitantes alberga el monasterio de San Salvador de Urdax, un cenobio del siglo XII que fue hospital de peregrinos de la ruta baztanesa del Camino de Santiago. Una visita guiada le muestra el claustro de este antiquísimo edificio y le permitirá asistir a una molienda tradicional. Cerca del molino, se ha construido una fuente en honor al escritor Axular, oriundo de la localidad.